Biodegradable, en términos químicos, se refiere a la capacidad de una sustancia para descomponerse o desintegrarse a través de procesos químicos y biológicos naturales en elementos más simples y menos perjudiciales para el medio ambiente. Esta descomposición es llevada a cabo por microorganismos, como bacterias, hongos y enzimas, que descomponen la sustancia en moléculas más pequeñas y eventualmente en agua, dióxido de carbono y otros productos naturales.
Desde un punto de vista químico, las sustancias biodegradables suelen estar compuestas por enlaces químicos susceptibles a la acción de los agentes biológicos presentes en la naturaleza. Estos enlaces pueden ser fácilmente rotos por las enzimas producidas por los microorganismos, permitiendo así la descomposición de la sustancia en componentes más simples. Además, las sustancias biodegradables suelen ser menos tóxicas y persistentes en el medio ambiente, lo que contribuye a una menor acumulación de residuos y a un menor impacto ambiental a largo plazo.