En química, el término "alícuota" se refiere a una fracción o porción proporcional de una muestra o sustancia que se toma para realizar análisis, pruebas o experimentos. La alícuota se obtiene dividiendo una cantidad total en partes iguales o en proporciones específicas, de modo que cada parte represente de manera precisa la composición y las propiedades de la muestra original.
La alícuota se utiliza comúnmente en laboratorios y análisis químicos para realizar mediciones y pruebas en una porción representativa de una muestra más grande. Esto es especialmente útil cuando la muestra original es voluminosa o se requiere una cantidad precisa para realizar los experimentos o análisis necesarios.
La toma de alícuotas asegura que se obtenga una muestra representativa y reproducible, lo que permite realizar mediciones precisas y obtener resultados confiables. Además, el uso de alícuotas minimiza la posibilidad de contaminación o alteración de la muestra original, ya que solo se manipula una fracción de la misma en cada experimento o análisis.