La acetona, cuya fórmula química es (CH3)2CO, es un compuesto orgánico líquido e incoloro perteneciente a la familia de las cetonas. Es uno de los solventes más comunes y ampliamente utilizados en la industria y en laboratorios químicos.
Desde el punto de vista químico, la acetona es un compuesto cetonico simple que consiste en tres átomos de carbono, seis átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno. Tiene un grupo funcional carbonilo (C=O) en el centro de la molécula, donde el oxígeno está unido a uno de los átomos de carbono. Los otros dos átomos de carbono están unidos a grupos metilo (-CH3). Esto da como resultado una estructura lineal con una simetría plana.
La acetona es miscible con agua y muchos disolventes orgánicos, lo que la hace muy útil como solvente y diluyente. También es inflamable y volátil, lo que significa que se evapora fácilmente a temperatura ambiente.
Además de su uso como disolvente, la acetona tiene una amplia gama de aplicaciones en la industria química, farmacéutica y cosmética. También se utiliza como ingrediente en productos de limpieza, removedores de esmalte de uñas y como componente en la fabricación de plásticos, resinas y fibras sintéticas.
Es importante destacar que la acetona debe ser manejada con precaución, ya que es inflamable y puede ser tóxica si se inhala o ingiere en grandes cantidades.
Compuesto orgánico, más simple y la más importantes de las cetonas, llamada propanona. Es un líquido incoloro, volátil y muy inflaable, miscible en agua y alcohol. Se obtiene a partir del alcohol isopropílico y se usa como un disolvente potente y como materia prima para obtener otros disolventes.