Exceso de suplementos de vitamina E pueden aumentar riesgos de sangrado
Los beneficios ofrecidos por la vitamina E radican en sus altas propiedades antioxidantes, que supuestamente protegen a las células de los daños causados por los radicales libres que produce el cuerpo. La exposición a sustancias ambientales como excesiva luz solar, tabaco y radiación, también produce radicales libres. Muchos radicales libres generan lo que se llama estrés oxidativo, con el que dañan las células y el ADN. El estrés oxidativo también se ha vinculado con varias afecciones, entre ellas, cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes, Alzheimer, Parkinson, cataratas y degeneración macular. Se combaten parcialmente con antioxidantes, como las vitaminas E y C o los carotenoides, presentes en alimentos sobre todo de origen vegetal. Muchos buy cialis online estudios científicos han comprobado que una alimentación rica en frutas y verduras puede ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedades, incluso accidentes cerebrovasculares, cáncer y enfermedades cialis cardíacas. Para facilitar la ingesta de antioxidantes, algunos laboratorios desarrollaron suplementos de vitamina E que, sin embargo, pueden provocar algunos efectos no deseados si se ingieren en grandes cantidades. Explica el médico internista Brent Bauer, viagra online de la Clínica Mayo de Rochester, que “a pesar de la realización de ensayos clínicos bien diseñados y con grupos grandes de personas, los suplementos de vitamina E en general no han comprobado ser útiles para prevenir enfermedades”. No sólo eso. Añade el médico que también “se ha observado una vinculación entre dosis altas de suplemento de vitamina E y mayor riesgo de sangrado, especialmente cuando se lo toma combinado con otros anticoagulantes como aspirina, warfarina o heparina”. Las ventajas de la online viagra vitamina E se pierden de alguna manera al traspasarla desde los alimentos al suplemento. Parte del problema radica en la naturaleza compleja de la vitamina E, que pertenece a una familia de ocho versiones químicas ligeramente diferentes llamadas: alfa, beta, gamma y delta tocoferoles, y alfa, beta, gamma y delta tocotrienoles. “Es posible que las ventajas para la salud observadas en las personas que ingieren una alimentación rica en frutas y verduras se deban a otros factores del estilo de vida que normalmente acompañan a tal alimentación. Por ejemplo, las personas habituadas a comer frutas y verduras posiblemente también hagan ejercicio regularmente o no fumen, factores capaces de minimizar el riesgo de contraer enfermedades. Los problemas de dosificación, las características médicas de los voluntarios en los estudios y la función exacta que los radicales libres desempeñan para dañar o promover la salud también podrían repercutir sobre el funcionamiento de los suplementos de vitamina E”, expresó. En vez de suplementos, es mejor preferir alimentos integrales que son mejor fuente de vitaminas. La vitamina E está presente en almendras, semillas de girasol y aceites vegetales, tomates, brócoli y pimientos rojos; hortalizas de hoja verde como espinaca y col rizada; frambuesas, kiwi y mango. El germen de trigo también es una fuente natural de vitamina E y una pizca de cereal fortificado puede proveer la dosis diaria. Debido a que el calor destruye a la vitamina E, es preferible usar crudos los aceites vegetales y de frutos secos, como el aceite de canola, maíz y girasol, rociándolos fríos sobre ensaladas o platos de pasta.