Hay muchas personas que luego de comer ciertos alimentos pueden presentar problemas digestivos (como diarreas, náuseas o exceso de gases), inflamación en las vías respiratorias, dolor abdominal, erupciones cutáneas o picazón.

Son los síntomas más comunes de las “alergias alimentarias” que, en la mayoría de los casos, se desconoce cuál es su causa. Aunque, los cambios en la forma en que nos alimentamos podrían incidir en el aumento de estos casos.

Fue lo que se descubrió respecto de un compuesto químico usado en pesticidas aplicados en frutas y verduras para controlar malezas y plagas, y para la cloración del agua: el Diclorofenol, cuyo uso excesivo podría estar vinculado a un aumento de las alergias alimentarias.

Un estudio de la Universidad Americana de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI) tomó una muestra de más de 2 mil personas de Estados Unidos y comprobó que en aquellas personas más expuestas al Diclorofenol la tolerancia alimentaria podía verse debilitada, provocando alergias. De los 2211 participantes, 411 presentaron alergia alimentaria y más de mil, alergia ambiental.

Estudios anteriores han mostrado que tanto las alergias alimenticias como la contaminación ambiental están creciendo en Estados Unidos. Los resultados de este estudio sugieren que estas dos tendencias podrían estar asociadas y que el incremento del uso de pesticidas y otros químicos está asociado con una mayor existencia de alergias alimenticias”, señaló la investigadora Dr. Jerschow. 

Se estima que en el mundo alrededor del 5% de los adultos y 8% de los niños tienen algún tipo de alergia alimentaria. Si el uso de agroquímicos sigue extendiéndose, posiblemente conozcamos más casos aún.

Piensa tan sólo por un momento: si los agroquímicos modifican y desequilibran el ecosistema ambiental, ¿por qué no lo harían sobre tu propio cuerpo?