Científicos españoles revelaron que el bloqueo de una proteína, la integrina β3, impide el desarrollo de estructuras asociadas a la propagación de esta enfermedad.
Los científicos del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica de la Rioja (CIBIR), han demostrado que el bloqueo de una proteína, la integrina β3, impide el desarrollo de estructuras asociadas a la metástasis.
Ana Rouzaut, directora del trabajo, explicó que “esta proteína es necesaria para la invasión de las células cancerosas. Nuestro trabajo revela que al bloquearla impedimos que se formen unas de las estructuras célulares asociadas a la metástasis en el pulmón, los denominados invadopodios”.
Durante su estudio, publicado ahora en la revista PLoS ONE, los investigadores manipularon las células de cáncer de pulmón con técnicas de ingeniería genética para obtener células sin integrina β3. (Le puede interesar: Estudiar un doctorado puede ser perjudicial para su salud mental)
“Descubrimos que las nuevas células eran completamente incapaces de desarrollar los mecanismos de invasión, primer paso de la metástasis”, comenta Rafael Peláez, investigador principal. Para demostrar que las células estudiadas no habían adquirido ningún otro defecto, los científicos volvieron a establecer la integrina β3 en las células y estas recuperaron la capacidad invasora.
Nuevas dianas moleculares
Por otro lado, validaron que el bloqueo farmacológico con un anticuerpo dirigido contra la integrina β3 produce los mismos efectos. Es decir, el suministro de dicho anticuerpo impide la formación de las estructuras de invasión celular y, por lo tanto, podría suponer en el futuro una nueva vía para frenar el desarrollo de metástasis en cáncer de pulmón.
El trabajo abre la puerta a que compañías farmacéuticas que ya desarrollan fármacos contra el cáncer puedan utilizarlos en las metástasis en el pulmón dirigiéndolos a las "dianas" moleculares que se han identificado en esta investigación.
“Además, estos experimentos se han llevado a cabo en células de cáncer de pulmón, pero este fenómeno podría ser común en otras células tumorales, ya que muchas de ellas pueden formar invadopodios, una de las estructuras responsables de la invasión”, concluyen los investigadores.
Con informacion de: elespectador.com
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