ACABA DE CONMEMORARSE EL DÍA MUNDIAL DEL SIDA | EL AMPLIO CONTEXTO EN EL QUE SE MUEVE LA ENFERMEDAD, DEBE OBLIGAR A LOS PERIODISTAS A ESCOGER CON MUCHO CUIDADO LOS TÉRMINOS EN LOS QUE INFORMARÁN A SU PÚBLICO.

Charlie Sheen, uno de los actores más parranderos y populares de Hollywood, tartamudeó cuando dijo en el programa Today, de la cadena NBC, que estaba ahí para confirmar que era VIH positivo. Pero después de decirlo, se notó inmediatamente que sintió un alivio que necesitaba hace mucho.

Según contó Sheen en la televisión, había sido chantajeado durante mucho tiempo por personas que conocían su estado y tuvo que pagar millones de dólares por el silencio de quienes sabían de su enfermedad. Ahora está libre de esas extorsiones, aunque debe hacerle frente a la mirada pública de quienes se creen con derecho a juzgarlo. Y a algunas de sus compañeras sexuales, quienes alegan que no sabían que el actor estaba infectado cuando tuvieron relaciones con él.

Si bien en 34 estados de los Estados Unidos, existen leyes específicas relacionadas a la divulgación de la enfermedad, las cuales consideran que no revelar el estado de VIH es un crimen, la mayoría de estas leyes se hicieron efectivas durante los primeros años de la epidemia y reflejan la ignorancia y el temor al VIH.

En cuestiones de practicidad, generalmente han probado ser difíciles de poner en práctica. Así que si alguien quiere demandarlo, tendrá un largo trabajo por delante. Lo cierto es que hoy Charlie Sheen puede vivir sin esconderse.

La noticia de que este famoso está infectado con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) le ha dado libertad a él, y también ha mostrado las deficiencias que tienen las diferentes redacciones de los medios de comunicación del mundo después de décadas de que esta enfermedad es pública.

La noticia ha sido manoseada de todas las formas posibles. Un ejemplo es el diario mexicano Metro, quién en su portada tituló: "Trae veneno en el pizarrín", lo que en la jerga popular del país se entiende como "Tiene veneno en el pene". Una búsqueda en Google puede dar un pantallazo de cómo se ha cubierto el caso. ¿Qué pasa con los periodistas en Bolivia?



PERIODISMO BOLIVIANO Y VIH

De acuerdo al Dr. Edgar Valdez, director del Instituto de Desarrollo Humano (IDH), institución abocada, entre otras cosas, al empoderamiento de personas que viven con VIH, la deficiente formación sobre la sexualidad y sobre el VIH de los periodistas en Bolivia hace que al elaborar un artículo difundan de alguna forma sus prejuicios hacia esa población. “Alimentan la morbosidad, que muchas veces determina actitudes de rechazo hacia las personas con VIH y las diversidades sexuales. Esta situación obstaculiza el desarrollo de una población frente al VIH y la sexualidad”, dice el Dr. Valdez.

Apunta también a que los periodistas bolivianos tienen como un frecuente error el obtener solamente los datos estadísticos sobre el VIH/sida que proporcionan las autoridades de salud, “no se realiza un análisis a las cifras suministradas o preguntas que conduzcan a comprender mejor la epidemia en nuestro país.”

Acepta que hay un gran avance con relación a los derechos humanos de las personas con VIH. Sin embargo insiste en que persisten errores en la utilización de la terminología del VIH que pueden ser discriminadores. “Observo una limitación en la elaboración de artículos que se reducen al número de personas con VIH o sida, sin hacer un análisis epidemiológico completo que contribuya a establecer acciones de manera más específica para disminuir las infecciones por el VIH en Bolivia. Falta un análisis del costo del VIH y sida en Bolivia de parte de los periodistas, es necesario que se busque la información sobre este tema a las autoridades a nivel nacional, departamental y municipal”.

Entonces, ¿Cómo debe informarse sobre el VIH? “Antes de informar a la población, un o una periodista debe informarse bastante sobre el VIH, liberarse de sus propios prejuicios y estereotipos sobre la sexualidad y el VIH. Separar su convicción religiosa con la información que desea transmitir. Si logra tener estos criterios, entonces brindará una información neutra, científica, directa y de manera simple a la población. Es importante que conozca también las leyes que protegen a los derechos humanos en su integridad y de manera específica sobre el VIH y la sexualidad. Es fundamental saber sobre la importancia de la confidencialidad y el anonimato de las personas con VIH y por supuesto debe estar muy actualizado en la temática”, explica el experto.



EL PANORAMA, HOY

En Bolivia, desde 1984 hasta marzo de 2015, según el Programa Nacional de VIH, se diagnosticó a 13.835 personas. Este año, en Cochabamba se han registrado 370 nuevos casos. Solo entre enero y noviembre de este año.

Y en el mundo cada año hay 380.000 nuevas infecciones por VIH entre niñas y mujeres jóvenes de 10 a 24 años, lo que representa casi el 60% de todas las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo. El quince por ciento de todas las mujeres que viven con el VIH tienen entre 15 y 24 años. Muchas de ellas serán madres y debe recibir tratamiento.

36,9 millones de hombres, mujeres y niños están infectados actualmente. Si bien hay 15,8 millones de personas en el mundo que reciben tratamiento antirretroviral, todavía hay 22 millones de personas a las que no les está llegando la terapia, de ellas dos millones son niños, dice el más reciente informe. En Bolivia, de los 13.385 infectados con VIH, solo 4.000 reciben tratamiento antirretroviral.

Ante este panorama, la comunidad internacional se marcó como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) una meta muy ambiciosa: acabar con el VIH para el año 2030. Y aunque los progresos se están produciendo, el impacto es muy lento, y acá el tiempo mata. Por ello la ONUSIDA ha lanzado una campaña más “rápida” que, si tiene éxito, debería ser una realidad en el año 2020: La estrategia 90-90-90.

Esta estrategia busca que dentro de cinco años, el 90% de todas las personas infectadas con el VIH conozca su situación, que el 90% de ellos reciba tratamiento, y que el 90% de quienes lo reciben logre hacer indetectable su carga viral.

Para el Doctor Valdez, en Bolivia “los datos estadísticos que proporciona el gobierno ocasionalmente, muestra que el número de casos continúan incrementándose a nivel del país y esto obedece a factores sociales, culturales, políticos, económicos y hasta religiosos.

Entre los factores sociales están el consumo exagerado de bebidas alcohólicas y la presión de la sociedad para consumirla (fiestas religiosas, entradas universitarias, carnavales, matrimonios, cumpleaños, etc.). Entre los culturales están el machismo, la condición de la mujer boliviana y la violencia que se ejerce hacia el sexo femenino de parte del masculino (relación de género).”

Valdez punta también hacia la deficiente formación del personal de salud a nivel de las universidades, como también de los profesionales que están trabajando en los servicios de salud del sector público y privado. Y hacia la ausencia de convocatorias públicas para ejercer cargos según concurso de méritos profesionales.

El experto boliviano explica que es fundamental la socialización de las nuevas estrategias internacionales para eliminar al VIH/sida hasta el 2030 ya que diversos estudios revelan que una carga viral indetectable durante los últimos seis meses, determina que la transmisión del VIH por vía sexual es casi nula.

El diagnóstico precoz es de mucha importancia para que las personas con resultado positivo puedan beneficiarse rápidamente del tratamiento y llegar a una carga viral indetectable que disminuye casi totalmente el riesgo de transmisión. Esta estrategia se llama TASP (Tratamiento como Prevención). Es un reto a nivel individual y comunitario. Otra nueva estrategia es la Prevención Pre exposición (PreP), tratamiento dado antes de las prácticas de riesgo, dirigida a las poblaciones más vulnerables de infección. Muchos temas en torno a una misma causa, y no es fácil, pero informar de forma correcta acerca del VIH se puede, y se debe. (Con datos de Programa Nacional de ITS/Sida, Fundación Huésped, ONUSIDA).


HABLAR CORRECTAMENTE ACERCA DEL VIH
Estas son algunos de los términos más comunes al momento de referirse al VIH/sida que pueden causar discriminación y estigmas.

Azote, plaga, enfermedad pavorosa, batalla, lucha, guerra Estas palabras son demasiado dramáticas y pueden implicar un juicio de valor.

Contagiarse sida, agarrarse sida El VIH es transmitido (por ejemplo sexualmente, de madre a hijo, a través de la sangre). A diferencia de las enfermedades contagiosas, el VIH no puede ser contagiado ya que no se puede transmitir a través del contacto casual (estornudos, tos o saliva)

Gay, homosexual, bisexual Estos términos, especialmente gay y bisexual, hacen referencia a una identidad que puede o no estar ligada a un comportamiento. En muchos países y culturas, los hombres que tienen sexo con hombres no se perciben a sí mismos como gay, bisexuales u homosexuales.

Grupo de riesgo Es importante distinguir entre comportamiento (que pueden situar a una persona en mayor riesgo de transmitir o adquirir VIH) e identidad sexual, particularmente cuando se habla de la transmisión del VIH. La frase ‘grupo de riesgo’ puede interpretarse como el único grupo con riesgo de contraer VIH. Las personas que no pertenecen a estos grupos pueden hacerse una falsa idea de seguridad respecto de la infección.
Huérfano del sida Este término puede estigmatizar a un niño y su condición, además de llevar a interpretaciones incorrectas como que el niño es VIH positivo.

Inocente (víctima), culpable De estos términos se infiere que algunos modos de transmisión son peores que otros y que algunas personas que viven con VIH merecen su estatus.

Morir de sida Esta expresión es usada frecuentemente, pero el sida es, de hecho, un síndrome que puede ser definido por muchas enfermedades diferentes. El VIH debilita gradualmente el sistema inmunológico de las personas y lleva a una o varias enfermedades (infecciones oportunistas) que señalan la progresión hacia el sida. Estas enfermedades son las que eventualmente causan la muerte.

Persona infectada con VIH/ VIH positivo. Persona infectada con sida. Portador, Sidoso / Sidótico Enfatiza la infección en vez de la persona que vive con ella. Algunos términos son denigrantes. Es importante hacer hincapié en que el VIH/sida es una enfermedad que se puede manejar y con la que se puede vivir, en vez de centrarse en el estatus de una persona respecto de la enfermedad.

Prostituta Esta palabra posee una connotación negativa y no describe precisamente a muchas situaciones en las que las personas se ven forzadas a intercambiar sexo por dinero o comida debido a las desigualdades de género o a la falta de oportunidades económicas alternativas.

Sospechoso (de tener VIH), admitir (tener VIH) Estos términos promueven la estigmatización ya que implican la idea de secreto.

Víctima sufriente, víctimas del sida, personas que sufren de sida Estos términos evocan imágenes de pasividad, debilidad e impotencia.

VIH y sida, VIH o sida Estas no son dos enfermedades, sino dos etapas dentro de la enfermedad del VIH. El nombre correcto del virus es VIH. El sida es un síndrome causado por el VIH.

ALTERNATIVAS
Enfermedad, epidemia, respuestas al VIH/sida. Contraer VIH, infectarse con VIH. Terapia anti VIH, Tratamiento ARV, Terapia antirretroviral. Hombres que tienen sexo con hombres (HSH). Comportamiento de riesgo. Huérfanos. Niños afectados por el VIH/Sida. Evitar las palabras ‘culpable’ o ‘inocente’. Morir de una enfermedad relacionada con el sida, Morir de una enfermedad relacionada con el VIH. Persona que vive con VIH. Persona que vive con sida. VIH positivo. (Datos de Fundación Huésped, ONUSIDA)

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