El berkelio es un elemento químico sintético con el símbolo Bk y el número atómico 97. Pertenece a la serie de los actínidos en la tabla periódica y es uno de los elementos transuránicos. Fue nombrado en honor a la Universidad de Berkeley, en California, donde se llevaron a cabo numerosos descubrimientos en el campo de la física nuclear.
Desde el punto de vista químico, el berkelio es un metal radioactivo y altamente tóxico. Su configuración electrónica es [Rn]5f^9 7s^2, y presenta múltiples estados de oxidación, siendo los más comunes +3 y +4. El berkelio se utiliza principalmente para la investigación científica y tiene una variedad de aplicaciones en la física nuclear y la radioquímica.
Debido a su radioactividad y a la dificultad para obtenerlo en cantidades significativas, el berkelio no tiene usos comerciales prácticos más allá de la investigación. Se han sintetizado varios isótopos de berkelio, siendo el más estable el berkelio-247, que tiene una vida media de aproximadamente 1,4 años. La producción y manipulación de berkelio requiere técnicas especiales debido a su radiactividad y a los riesgos asociados con la radiación ionizante.