La catálisis heterogénea es un tipo de catálisis en la cual la reacción química ocurre entre reactivos en fase líquida o gaseosa y un catalizador en fase sólida. En este proceso, los reactivos interactúan con la superficie del catalizador, donde se producen las transformaciones químicas.
En la catálisis heterogénea, el catalizador sólido proporciona sitios activos en su superficie, donde los reactivos pueden adsorberse y reaccionar. Estos sitios activos pueden ser átomos, iones, grupos funcionales o defectos en la estructura del catalizador. Los reactivos se adsorben en la superficie del catalizador, lo que facilita las interacciones y reacciones químicas necesarias para la transformación de los reactivos en productos.
Una de las ventajas de la catálisis heterogénea es la capacidad de separar fácilmente el catalizador sólido de los productos líquidos o gaseosos. Esto facilita la recuperación y reutilización del catalizador, lo que es beneficioso desde el punto de vista económico y ambiental.
Los catalizadores heterogéneos se utilizan en una amplia gama de aplicaciones industriales. Por ejemplo, en la industria petroquímica, se emplean catalizadores sólidos en procesos de refinación de petróleo y en la producción de plásticos y productos químicos a partir de compuestos derivados del petróleo. En la industria química, también se utilizan catalizadores heterogéneos en la síntesis de productos farmacéuticos, la producción de fertilizantes y la fabricación de materiales como los polímeros.
En resumen, la catálisis heterogénea es un tipo de catálisis en la cual la reacción química ocurre entre reactivos en fase líquida o gaseosa y un catalizador en fase sólida. El catalizador proporciona sitios activos en su superficie donde los reactivos pueden adsorberse y reaccionar, facilitando la transformación química. Esta forma de catálisis tiene amplias aplicaciones en la industria química y petroquímica, ofreciendo ventajas en términos de recuperación y reutilización del catalizador.