El arsénico es un elemento químico que se representa en la tabla periódica con el símbolo As y el número atómico 33. Es un metaloide perteneciente al grupo 15, también conocido como los pnicógenos. El arsénico existe en varias formas químicas, siendo las más comunes el arsénico blanco (arsénico elemental) y el arsénico trivalente.
El arsénico blanco es una forma tóxica y peligrosa del arsénico elemental. Se presenta como un polvo grisáceo o blanco-amarillento y es soluble en agua. A temperatura ambiente, puede sublimar fácilmente y liberar vapores tóxicos.
El arsénico trivalente es una forma inorgánica del arsénico que está presente en compuestos químicos. Puede formar enlaces covalentes con otros elementos y muestra propiedades químicas distintivas.
El arsénico y sus compuestos son conocidos por ser altamente tóxicos para los organismos vivos, incluyendo a los humanos. La exposición prolongada o en altas concentraciones al arsénico puede causar graves problemas de salud, como daños en la piel, sistemas respiratorio y cardiovascular, así como cáncer.
A pesar de su toxicidad, el arsénico también ha sido utilizado en diversas aplicaciones industriales, como en la producción de aleaciones metálicas, pesticidas, vidrios, productos electrónicos y medicamentos. Sin embargo, las regulaciones y controles estrictos se aplican en su uso para minimizar los riesgos para la salud y el medio ambiente.