La adrenalina, también conocida como epinefrina, es una molécula perteneciente al grupo de las catecolaminas. Químicamente, la adrenalina es un compuesto orgánico que pertenece a la clase de las aminas simpaticomiméticas. Su fórmula química es C9H13NO3.
La adrenalina se sintetiza en las glándulas suprarrenales y tiene un papel fundamental en el sistema nervioso simpático como neurotransmisor y hormona. Actúa como un potente estimulante del sistema cardiovascular, regulando la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la contracción de los vasos sanguíneos.
Estructuralmente, la adrenalina consta de un núcleo catecol (benzeno con dos grupos hidroxilo en las posiciones meta) al que está unido un grupo etilamina. La presencia del grupo hidroxilo en la posición 3 del anillo catecol permite la interacción con los receptores adrenérgicos, que desencadenan una serie de respuestas fisiológicas en los órganos y tejidos target.
La adrenalina es conocida por su capacidad para aumentar el ritmo cardíaco, dilatar los bronquios y promover la liberación de glucosa almacenada en el hígado para proporcionar energía rápida al organismo. También tiene efectos en el sistema nervioso central, donde actúa como estimulante y puede influir en el estado de ánimo y la respuesta al estrés.
En resumen, la adrenalina es una molécula orgánica clave en la regulación del sistema nervioso simpático, que desempeña un papel fundamental en la respuesta de "lucha o huida" del cuerpo frente a situaciones de estrés o emergencia.